¿QUÉ VISIÓN TENGO DEL MUNGO QUE ME RODEA?

Entendemos por mundo al conjunto de todo lo que existe. Atendiendo a esta definición, mi visión sobre el mundo es sobradamente pesimista. La vida es desconcierto, primero nacemos sin saber a donde venimos y sin saber cómo nos iremos. Por si eso fuera poco, a lo largo de nuestra existencia vamos descubriendo la hipocresía, la indignación, la injusticia, el, sufrimiento, la maldad, la crueldad, la impotencia… La desigualdad es algo ya asimilado en el planeta Tierra. De hecho, la justicia no existe, al menos desde mi parecer. ¿Es justo acaso que en países tercermundistas muchos seres humanos ni siquiera tengan acceso al agua potable o que cada dos minutos un niño muera de desnutrición? ¿Quién podría calificar de justo un mundo en el que hay discriminación racial y violencia de género? Tampoco se puede considerar justo que los altos cargos políticos gocen de millonarios sueldos vitalicios, que además cobran de las arcas públicas, mientras hay familias que lo pasan francamente mal para llegar a final de mes a causa del paro generalizado, pues la lista de parados llega ya a casi cinco millones. Ni siquiera la Justicia en cuanto a institución se puede llamar “justa”. Recuerdo al indigente que el 9 de septiembre de 2011 robó media barra de pan en una panadería de Barcelona llamada “El pan”, para poder alimentarse y sobrevivir y fue condenado a una año de prisión. Mientras los verdaderos delincuentes como los asesinos de la joven sevillana Marta del Castillo disfrutan de libertad como si nada hubiese pasado. A la desigualdad se le suma la hipocresía, la hipocresía de aquellos políticos que ante una situación de importante crisis económica (que primero se atrevieron a negarnos), han decidido recortar en educación y sanidad sin miramiento alguno y aún así nos hablan de educación y sanidad públicas y de calidad. En cuanto a política por ejemplo se derrocha muchísimo más dinero que en educación y sanidad, pues en dichas instituciones no se gasta, se invierte. En cambio en cuanto a política: En España tenemos 445.568 políticos que además no cobran sueldos modestos por así decirlo. Esto significa que tenemos más políticos que médicos, policías y bomberos juntos. Tenemos 300.000 políticos más que Alemania. Parece mentira que haya más posibilidades en España de dedicarse a la política que a cualquier otro oficio como profesional de la enseñanza. ¿Es acaso la política el oficio del mañana, puede salvar vidas o educar? ¿ Por qué no se recorta más en política? Debido a los despidos en sanidad, hay pueblos de pocos habitantes que no pueden vivir tranquilos puesto que ni siquiera tienen un médico cerca que les atienda, ni una ambulancia que les auxilie y por no hablar de lo ocurrido con los medicamentos…, por los que ahora hay que pagar, y aún así nuestros políticos se atreven a hablar de una sanidad pública y de calidad ¡Vaya sanidad pública de calidad! Respecto a la educación se han disminuido las becas y ayudas, se ha aumentado el número de alumnos por clases, sin ir más lejos, en mi clase casi alcanzamos la cifra de 40 alumnos, en un aula hecha para 25 personas, han disminuido el personal docente, por lo que casi se ve obligada a cerrar la biblioteca del centro. Si la educación es el fututo, ¿Por qué se arremete contra la enseñanza de esa forma? Y aún muchos dirigentes políticos se atreven a hablarnos de lo estupenda que sigue siendo nuestra educación de calidad y de lo buenas que son las reformas… A la situación de desigualdad, hipocresía… que vivimos, cabe añadir los problemas medioambientales, que la mayoría de veces son provocados por el ser humano, pues hasta la industrialización, no nos suponía un problema la contaminación, el agujero de la capa de ozono, el calentamiento global, el llamado efecto invernadero, la desertización, los incendios forestales …y la pérdida de biodiversidad. Y por supuesto, no nos podemos olvidar del mayor fracaso de la humanidad, osea la guerra, a la que se llega por no ser capaces de ponerse de acuerdo, por no pararnos un segundo a pensar, por no ponernos un instante en el lugar del prójimo y por dejarnos manejar por nuestros dirigentes políticos como si fuéramos las fichas de un juego. Además de las tragedias provocadas por el ser humano, tales como asesinatos o la destrucción de nuestro hábitat. También existen las catástrofes naturales como el terremoto de Lorca, o el tsunami que sufrió Japón hace no mucho tiempo. Estas catástrofes naturales a menudo dejan a las personas sin hogar o llegan a arrebatarles la vida, o a sus familiares. También debo hacer una mención a las enfermedades, que nos preocupan y que nos pueden llevar a la muerte a edades prematuras a pesar de los progresos científicos en sanidad, que por cierto han elevado nuestra esperanza de vida unos 50 años desde la Edad Media. A pesar de todo lo dicho, merece la pena vivir e intentar buscar la felicidad al lado de nuestros seres queridos, merece la pena disfrutar al máximo siempre que se pueda, al final de la experiencia llamada vida solo nos quedarán los recuerdos alegres y los momentos felices que hayamos vivido .Pues solo se vive una vez y cuando muramos no habrá vuelta atrás. ¡Carpe-Diem!

Carmen Vega, 1º Bachillerato A